Cabalgas
Te encuentro
huyendo,
cabalgando
sobre tus espurios anhelos,
abandono, ¿y
de quien?, o ¿de que?
cabalgas
arrolladoramente, todo lo despedazas,
bajo los
cascos que resuenan entre los muros de un valle
… “de sombras
y de muerte.
Pero tu temes
y actúas como si no tuvieras un señor… y
es que si lo
tienes.”
Y sigues
huyendo,
cabalgando
sobre tus resignados deseos,
con la
armadura rota y la mirada perdida,
¿es que vienes
de la batalla o nunca fuiste?
Chillán, 2013
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